Marcio Gonzalez

Bar I

Invitas a un hombre, lo mirás

No estás en su mirada,

Ningún registro de vos

En esos ojos que ves.

Ni en estos,

Ni en sus ojos futuros.

Sirve el vino

Y alguien se despierta,

Ya no brinda.

En este encuentro sin memoria,

Nace un olvido

En su par desencuentro,

Un adiós inexistente e innecesario.

Un primer trago, tan frutado como frustrado,

te recorre;

Y ya estás bebiendo lo que pudo haber sido.