Me cruza este dolor como una lanza
y me quema en lo más profundo de mi ego
desnudo de la paz y del sosiego,
tridente que penetra y que me alcanza.
Quisiera mantener viva esperanza
más no puedo ocultar lo que reniego:
fuerte quemazón a sangre y fuego
qué culmina indolente está venganza.
Déjame que renueve la ilusión,
déjame que reviva la esperanza,
déjame que reviva mi pasión.
Déjame que me vista de añoranza
recordando los besos del pasado
para poder rehacer nuestra alianza.