Es la senda de la vida
bello campo, muy florido;
cual Paraíso perdido,
sin la sierpe entrometida;
sin condena por mordida,
sólo aromas, colorido
con un hermoso sentido:
una mesa bien servida;
no una oveja perdida,
sino miles o millones
que requieren comprensión;
mucha gente que no olvida
sus complejos, frustraciones,
que requieren del perdón...