Dai Rodríguez

Hija del polvo deja de llorar

No hay forma de volver a vernos en carne y hueso,

pero sé que estás cerca, hija del polvo.

Aún siento tu aroma,

caminas entre flores marchitas,

soplas las velas para avisar que llegaste.

 

No llores,

que yo también sueño con volverte a ver.