Un buen día llegó un frío viento
presumiendo viajar por todo el mundo,
un viajero afamado muy iracundo,
tan friolento, tan lento, muy violento.
En las barbas la nieve congelada;
y sus mocos, colgaban casi rígidos,
como cirios azules poco lívidos,
el buscaba su bruma tan amada.
decía era tan blanca como pétalo,
que venía del cielo tan lejano;
yo no vengo a verla tampoco en vano,
pues para ella le traigo muchos sépalos.
Pues nuestra unión será de puro amor;
nuestros hijos, copitos de candor.
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Dr. Salvador Santoyo Sánchez
31/10/2025