Es el sonido,
la refracción del instante,
que entre tormentas de ideas…
se pierde; en palabras solitarias.
No, no son errores normales,
se van y ya no vuelven,
extinta musicalidad,
aquella nostalgia eterna…
que nadie quiso esperar.
Después se escapó la bella palabra,
su eco no trascendió en la nada.