Primero de noviembre.
Desde siempre el cartero no ha pasado.
La primavera cubre
con manto renovado
los rincones de nuestro bosque amado.
Perdón si escribo poco,
cuando lo hago me embriaga la emoción,
se dice que estoy loco
tal vez tengan razón,
siento tu voz, tu risa y tu canción.
Qué triste es el olvido
esperar, sollozar, todo esto en vano.
Adiós, ya me despido
hacia el sendero llano
que antaño recorrimos de la mano.
No sé para qué escribo
si de nuevo, mi carta irá al vacío
nostalgias que transcribo
desde este amor tan mío
que le cuenta sus cuitas sólo al río.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.