Rafael Parra Barrios

La eterna calle 18

 

Tú eres mi encanto único,

eterna floresta,

el alma y mi canto,

pasión y tormenta.

 

​Desde que te conocí,

en la calle dieciocho,

mi alma se hizo feliz,

enamorado y dichoso.

 

​Y pronto nos amamos

en la recia lluvia,

entre tierra y cielo,

fui tuyo y tú mía.

 

​Desde allí nos fuimos

por caminos distintos

nunca nos olvidamos,

seguimos juntos.

 

​Solo basta una llamada,

nuestra cita pactada,

es hoy o mañana,

mi eterna amada.

 

​Y así andamos siempre,

mi corazón de miel,

melosos en noviembre

con sed de besar tu piel.