¡Tus pasos firmes, ausentes,
demoran sin fundamento,
provocando cruel lamento,
pena y ansiedades conscientes
en cuerpos y almas dolientes!
Orgullo y soberbia lucen,
cariño y pasión reducen,
mientras nuestros egos lloran
al descubrir que se añoran
y a la desazón conducen.
05/05/2025
Silvana Ibáñez