Jhon Deivy Torres Vidal

LA PALABRA... MI PALABRA

Desnuda, antes que todo, la palabra.

Desnuda...como el acero de la espada

o como mujer sin prenda alguna.

¡Mi palabra es una mujer desnuda!

 

¡Mi palabra no teme una amenaza!

Mi palabra que fluye como el agua

y desenreda el tiempo y que se entrega

a la íntegra pasión de ser poema.

 

La palabra que inquieta y que resbala

como rocío por el cristal del alma.

La palabra que llega como el día,

ineludiblemente a la poesía.

 

La palabra sin duda otorga vida:

es ella el agua y las luz más límpidas,

es el directo espejo de mi alma

y su reflejo exacto, mi palabra.