Se duermen en ubres de lodo
Un Castigo de peces tan solo
Se mecen en derrumbes de todo
nueces que incertas en cerrojos
La vista entre cornizas y retoños
Su fuego lastima a los potros
Castillos de muerte tan solo
Carecen, se cubren de otros
Conviertes los azules en rojos
Y así sueltas las brisas de otoño