Carlos Baldelomar

+ ESTANQUE +

Tengo en reserva
este pedacito de mundo,
esta orilla media sola
con su estanque
y su muelle
que se piensan y abrazan,
como yo un día,
quisiera contigo.
Hay días
que te miro
quieta en la orilla,
cálida y serena,
como una pintura
de luces y acuarelas,
de oscuros cabellos
que cabalgan en tus hombros,
de pardas y tibias tardes de tus ojos
y de ese único rojo de tu boca
(herida abierta que a mi pecho desangra)
De pronto el mundo se achica
y cabe en una gota que se desliza
despacio,
como el rocío que lloran las hojas
y que luego se ahogan 
en este jodido y rotundo silencio.

No me miras,
lo sé,
miras algo más
en esa distancia,
algo que desde aquí
yo no alcanzo
y apenas imagino
sin embargo, sé
que este también es
tu rincón del mundo,
tu rincón favorito
donde te sientas
y sueltas tus sueños,
que se van en bandadas
como pájaros,
hacia la niebla
que abraza tiernamente
el horizonte.