Una vez hubo un concilio,
dónde se convocaron,
Seres que fueron evocando,
historias desde el principio.
Duendes que labraban la Tierra,
cuarzos, ópalos, amatistas,
citrinos para la vista,
gemas azules para la histeria.
Llegaron las Ondinas…
Elementales del agua,
traían grandes enaguas,
para ocultarse del día.
Las Salamandras quemaban…
hojas secas a su paso,
esperaban el ocaso,
con su calorcito sanaban.
Hadas azules volando,
estaban más que contentos,
juntos los Cuatro elementos,
comenzaron con su canto.