Kmony QuiƱonez(monina)

Andar andando

La vida es un bar de antaño,

con luces tenues pintando falsas mañanas,

y yo, un bohemio con el alma tatuada,

buscando en cada brindis una nueva esperanza.

 

Dejé amores marchitos en el camino,

en pueblos olvidados sin una señal,

y colecciono recuerdos y desengaños,

como un viajero que perdió su ideal.

 

Cada camino es una ruleta,

una apuesta al destino con cartas ocultas,

a veces hallas un oasis de quimeras,

otras, te hundes en un abismo de dudas.

 

Pero qué le vamos a hacer, compañero,

si el alma llama y el tequila tienta,

hay que seguir andando, aunque duela,

con la mirada al frente y el corazón en venta.

 

Porque al final, lo que importa,

no es llegar al destino, sino el trayecto,

los sueños, los errores, los vasos rotos,

y esa maldita costumbre de seguir siendo auténtico.

 

Así que, por favor, cantinero, sírvame otro dobel,

que esta noche la luna está esquiva,

y aunque el camino sea un laberinto oscuro,

yo sigo andando, a mi manera, sin medida.