lucio_

La profecía de la dríade

Es a veces en él buena costumbre

pasear por do siempre se la encontraba

memorando su figura de lumbre.

 

Aclámanle así, como si rey fuere

mas este es solo ánima fenecida

bienandante vïa galerïa corrida

por fúlgida dría si se le viere.

 

Intentó el alcance sin que supiere

por malas vivencias, despavorida,

allende el pinar clama retorcida

metamorfoseando en pino, y no quiere.

 

Maguer en silencio más que la amaba,

el auspicio cumplió la incertidumbre.

Aún caen los piñones que un dïa yantaba.