Qué bonito es amarte,
porque en cada latido de mi corazón
se siente el furor de los cuatro elementos.
Fuego, en tus ojos,
donde me pierdo cada vez que te miro.
Aire, en tu sola presencia,
que me cautiva como el canto de una sirena.
Tierra, tu tenacidad ante la vida,
una fuerza infinita que trasciende el multiverso.
Agua, cálida, suave y cristalina,
como tu alma.
Te extraño, aunque no te lo diga.
Te quiero, aunque a veces no encuentre las palabras.
Te admiro en cada cosa que dices.
Y te pienso... más de lo que jamás podría explicarte.