Luego de una ducha tibia
despojada de su día a día
ella puso la música aconsejada,
cerró sus ojos y respiró profundamente...
Sentada en su sillón preferido
sintió entregarse a un aluvión de sensaciones
que recorrían su piel
estremeciendola a más no poder...
La luz ténue acompañaba,
las lágrimas se dejaban caer,
su ser revivía lo olvidado
quien lo podría creer...
Una copa de vino selló el momento
ella volvía a ser completa,
las emociones la colmaban de cabeza a pies
y le temblaba hasta el alma aún sin querer...
Pocos la comprenderan
y quizás la juzguen sin entender
es sólo para selectos,
para quienes saben y celebran
la magia de la tinta y el papel...
Bendita sea la musa inspiración
que pone en palabras
lo que grita el corazón,
dando vida a los poetas
y libertad a sus almas inquietas....
Esmeralda