Pasaré y estaremos alejados,
como pasa la nada por la vida.
Pasaré por mi senda y tú, perdida,
te irás por los caminos despeñados.
Entre rocas y mares olvidados,
pasajero de niebla y selva herida,
yo me iré, con la flecha ya escondida,
desvanecido en aires descuidados.
Los besos parecían imposibles,
pero ya que pasaron, caminantes,
los pasares parecen insensibles.
Pasaremos de vida en vida, errantes
a través de los pasos invisibles
si invisible es el cuerpo en los amantes.