Hoy releo un poema,
con versos antiguos que el tiempo abandona,
y que me dejaron su secuela...
En soledad absoluta,
les voy declamando con suma tristeza,
sin darles la mínima tregua...
¡Ay, melancolía!
mi dócil animal de compañía,
que adorna mi vida, y es algo que me inquieta...
Por arte de rapsodia,
he rescatado este poema de mi vieja sombra,
como una respuesta etérea...