D. Méndez

Huracán

Soy huracán,

no el suspiro que esperan domar.

Estoy harta de ser moldeada,

de que midan mi valor en migajas.

 

Que se jodan sus manos,

sus palabras vacías,

sus miradas que me desarman

como si fuera un trozo de carne y no un alma.

 

No soy objeto,

soy fuego,

soy tormenta que arrasa,

y esta vez —que arda el mundo—

pero no yo.