Tras la vida la abundancia
se debate sin certeza.
¿Quién descansa a tus pies
esta noche?
¿Quién abre su boca
en frente de la niebla
del suicidio?
Para las moscas estás hecha
una hembra descomunal,
pero jamás perpetua.
Quizá para el gusano
te acicalas tanto,
te pintas el pelo
y cuidas tu peso.
Pero eso es existir,
aunque sea absurdo.