Maximiliano soto ñancucheo

“De la ceniza nació mi odio”

“De la ceniza nació mi odio”

Ya no hay amor.
Solo un vacío que respira con mi nombre.
Solo la furia,
afilando sus dientes en mi pecho abierto.

Te quise más allá de lo humano,
te cuidé como si mi sombra te perteneciera,
y tú,
con una sola acción,
hiciste polvo mi fe.

Me arrojaste a la nada,
me rompiste sin mirar atrás,
y en el eco de tu silencio
nació mi monstruo.

Ahora camino con fuego en la sangre,
con los ojos llenos de oscuridad,
con las manos temblando de rabia contenida.
Ya no busco consuelo.
Solo quiero arder,
consumir lo que queda,
que mis demonios canten mi nombre
y se alimenten de lo que amé.

Tú fuiste la chispa,
yo soy la llamarada.
De tus mentiras hice mi armadura,
de tu traición mi escudo.

No hay perdón,
no hay redención,
solo el eco de un hermano que murió
y un nuevo ser que ruge en su lugar.

El amor me mató.
El odio me devolvió la vida.