La Hechicera de las Letras

La fosilización del ingenio.

La fosilización del ingenio.

 

Se arrastran los simios que imitan huellas,
su ingenio es fósil, momia del discurso;
sus plumas tiemblan ante las estrellas,
su mente absorta gira en su recurso.
¿Repite el trazo el dócil artesano,
sin vértigo, sin riesgo, sin desgano?

 

Confundir norma con pura opresión,
y el sello muerto con cimiento eterno;
huyen al riesgo que exige invención,
prefieren siempre el tedio tan moderno.
Así la idea, dócil y esclerótica,
la asesina en su letargo analgésica.

 

Los falsos sabios venden manifiestos,
visten de ciencia su sopor profundo;
evitan pensar, duplican los gestos,
su lógica es un manto moribundo.
Su mente, enferma de autarquía vana,
la pudre en tiranía sobrehumana

 

Bardos adulan con rimas marchitas,
cambian usura por verso solemne;
calcifican en páginas bonitas,
y esperan que lo necio sea indemne.
Sus odas: fallas de vieja pereza,
poeta en feria, mendigas fineza.

 

El arte implora nueva anatomía,
más teme el artista la cirugía;
vende su verso como profecía,
declama ruinas con filosofía.
Su genio es mueca de la repelencia,
cultiva el tedio, niega la insurgencia.

 

Sociedad: gallinero de impostores,
marcha al compás de antiguas imposturas;
su moral dicta réplicas y flores,
y en nombre del decoro alza censuras.
Todo adelanto exige penitencia,
todo distinto paga con demencia.

 

Venga, pues, la herejía creadora,
el verbo herético, el pulso que quema;
rompa el patrón, la dócil emisora,
y devuelva al refugio su anatema.
No hay redención en copia ni consuelo,
solo avidez de falta y de desvelo.

 

Así se fosiliza el que era impulso,
la creación deviene en timo lento;
cada siglo vende su propio pulso,
y al “genio” lo archivan por \"sospechamiento\".
Humanidad, la gran caricatura,
llama innovación la mala cultura.

 

 

La Hechicera de las Letras.