Como siempre,
te escribí una poesía que nunca vas a leer,
en mi cuaderno, incontables letras que no están en tu nombre,
pero sólo vos sos su significado.
Es raro, ¿No?
Decir que tu apellido y el silencio son lo mismo,
sí, se igualan.
Lo tomás de la mano
y no lo soltás,
va aferrado a tu nombre,
como un \"sello personal\".
La mudez es tu encantamiento,
ella siempre se quedó,
persiste y persiste en tu vida
y mis labios se pudren de tanto esperar.
Entonces cosí mi boca con hilo,
quizás así me querías tanto como a ella,
intenté ser esa mudez que por algún motivo anhelabas,
el silencio que tanto te diferenciaba.
Pero yo no pude,
me ganó el amor,
y te fuiste con el silencio,
de nuevo.