LA BURLA DEL VIENTO
El viento ríe entre las hojas dormidas,
susurra secretos que nadie escuchó;
la tarde se arquea de luces vencidas,
y el río se guarda lo que aquél echó.
Las nubes danzaban con pies de centella,
sobre campos ebrios de un sueño en azul;
la hierba le inclinaba su frente más bella,
y el aire jugaba con velos de tul.
Crujían los techos, la vieja madera,
como voces hondas que vienen del mar;
el viento se enreda en esa flor primera,
y en cada avenida comienza a danzar.
Los pájaros tiemblan cerrando sus trinos,
temiendo la risa que todo deshace;
el cielo se quiebra en sus claros divinos,
y la luz se esconde detrás de su fase.
Al fin, el viento se rinde en la barranca,
dejando un silencio que sabe a verdad;
más dentro del eco su sombra se estanca,
quedando en la brisa toda vanidad.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025