Siempre renegaba con ella porque
no se preocupaba por el hogar, solo
pasaba en la calle con amigos, hay
días que no llegaba a casa y yo tenía
que preparar mis alimentos para llevar,
y al otro día regresaba de mi trabajo
y la casita que tenía estaba como la
dejaba.
Yo como un tonto cambie la
cerradura, y hoy lloras que no tienes por
donde entrar y simplemente le digo:
Siga con sus amigos que ellos le
darán lo que yo no le doy: felicidad