Llegan sus aguas
sus aguas negras de lluvia
de lluvia ácida y de limo
verde limonada de la vesícula
de la canícula, o tal vez,
según la opinión de muchos,
es la saliva de sus encías.
Me han diagnosticado
pereza y opulencia.
La primera es cosa cierta,
la segunda es maledicencia.
No estoy melancólica a medias,
estoy medianamente torva
en las sienes anudadas con pañuelo,
taquicardia y jaqueca.
Dulce fruta fermentada
ábreme paso,
sácame el hueso del fastidio,
envuélveme con tus memorias.
Aguas del Diablo
aguas oscuras, aguas frías
aguas vacías, aguas impuras
aguas por venir y llegar
aguas por volver y decidirse.
OLLIN
25/11/2010