Contemplo con tristeza que el mundo está perdido
por esos falsos seres, carentes de moral;
que son los mercenarios, con pluma muy leal
al falso socialismo, mendaz y corrompido.
Igual que mercaderes, de corazón podrido,
al sátrapa defienden de forma pasional;
haciendo de sus letras pomposo pedestal,
a quien con fieras garras, al pueblo ha sometido.
Decir que es democracia, la cruenta tiranía
que tiene a Venezuela sumida en el dolor;
es acto dezlenable, de ingrata felonía,
haciendo de vocero del pérfido opresor;
sabiendo que ese pueblo se encuentra en agonía
buscando con denuedo, de libertad fulgor.
Autor: Aníbal Rodríguez.