A ti, que esperas un consuelo urgente,
a ti te escribo, pues;
porque sufres olvido,
porque no estás con los vencedores,
porque lo estás pasando
mal y las soluciones nunca llegan.
Quiero decirte \"ánimo\".
Ánimo, que el poeta
no debe disfrazar la realidad,
que hay gente que quiere
escuchar sólo loas de alabanza,
melosos halagos en panegíricos.
Y la realidad es la realidad:
problemas económicos,
soledad, frío y muerte, puñaladas
traperas, infidelidad
y demasiada gente que sufre.
Por eso me descubro ante ti
y te doy todo mi apoyo.
Yo, desde aquí, te llevo en mi recuerdo
y te envío un abrazo.