Romger Glez

Liturgia de unos labios interminables

Breves fueron tus labios en carne, tan breves como el trago desalmado que desciende a entrañarte. aunque interminables para quien te ofrenda las huellas del anhelo.

 

Quiero arrancarte de mis letras aunque éstas queden vacías, ya que en ellas todo arropas hasta la piel que ya no habito.

 

Resucitar en cada melancolía la piel pálida que vistes es casi liturgia que forza a mi aliento  adorarte con palabras insurgentes a toda calma.

 

El desvelo no oferta redención para quienes deambulan entre tus labios interminables, aunque en la poesía haya encontrado como sobrevivirte.