INMENSIDAD
Un canto suave y liviano me habló esta tarde de antiguas historias perdidas y de hermosos futuros nuevos.
Fue el palpitar de la existencia eterna, incesante, creando infinitos presentes entre la tierra y el cielo.
Fue el regreso de la inmensidad, el mágico despliegue de luces y colores, para manifestar el milagro del universo.
Y en ti volvió a nacer la plenitud y la dicha, al sentir en tu ser el reflejo de todo lo que es verdadero.
Regresaron las alas de ángel, los arcoíris sin fin, la calidez de las rosas blancas y todo lo que es próspero y sereno.
Francisco Gallardo Perogil