Alargo mi vista al vacío,
el vacío se transforma en cielo,
adornado por pequeñas estrellas
y acompañado por pocas nubes.
Camino entre árboles,
nadie sigue mis pasos,
mientras tanto, el viento
borra mi rastro.
Arde mi herida de batalla,
la sangre recorre mi rostro.
Mi mirada
expresa melancolía,
y el frío
me quema.
A lo lejos,
un claro.
Emerjo del bosque,
sumergiéndome
en la claridad
de la nada.
Recuesto mi rostro contra el suelo,
y doy un suspiro ligero.
Alargo mi vista al vacío,
el vacío se transforma en cielo,
adornado por pequeñas estrellas
y acompañado por pocas nubes.
Imágenes de mi vida,
momentos de alegría,
adornan esta última escena
de la tragedia que es mi vida.
Emerge un disco de fuego, la luna.
Un aullido emana de mi garganta,
y se ahoga en la nada.