Si eres la mujer de esta parte de mi vida, perdón, me faltan datos no lo puedo calcular.
Si soy el hombre de tu joven nueva vida, perdón no lo puedo calcular, me faltan datos.
Sí, puedo decir que hay un marco teórico imaginado totalmente por mí que dice: la capacidad de amar es terriblemente proporcional con la participación de las partes, por lo que sí puedo calcular que podemos amarnos.
Además agrega, que la posibilidad de éxito de una relación es terriblemente proporcional con la intensidad del amor que se derrochen los participantes, en este punto calculo entonces, un éxito asegurado.
Finaliza diciendo, esta teoría sólo imaginada por mí, que lo esencial es amar el que ama ya no es un desamparado.
No calculo más.
(Texto a la mujer de mi vida, algún día entre junio de 2006 y setiembre de 2010.)