Estado mental que se forja con el tiempo,
moldeado por la experiencia,
pulido por el conocimiento.
Gratitud absoluta:
por la salud,
por el techo,
por los alimentos,
merecidos y ganados con esfuerzo.
Se mantiene con calma,
con actitud positiva,
con agradecimiento.
¿Es vivir el día a día sin sobresaltos,
reconociendo lo importante,
agradeciendo lo que se tiene,
viviendo y disfrutando el momento?
Y siempre y cuando las circunstancias lo permitan…
¡así, un día sí y otro también!
¡Más allá de los propios entresijos mentales!
¿ Allí, donde la mente se calma, y el corazón realmente agradece, es donde realmente se vive?