nachosol

A veces la ciudad me parece un libro cerrado

A veces la ciudad me parece un libro cerrado,

sus calles se derriten como relojes olvidados

 y los edificios respiran bajo cielos de cristal.

 

Sólo tus ojos sables leerlo;

los semáforos murmuran poemas en braille,

las farolas bailan con los gatos de humo

y los banco del parque susurran secretos que florecen.

 

En tu mirada, el asfalto se vuelve océano

y cada sombra se transforma en un ala de papel

que me enseña a volar entre letras que no existen.