Naturaleza bonita,
madre del sol y el río,
tú me das sombra fresquita
cuando el verano es bravío.
Cantas con voz de chicharra,
juegas con brisa y con flor,
pintas al cielo con garra
de arcoíris y color.
Tienes montañas y mares,
pájaros en procesión,
mil caminos, mil lugares,
y un latido en el corazón.
Por eso al verte sonrío,
porque eres casa y hogar,
te prometo, cielo mío,
¡siempre voy a cuidar!