Ella mira sus rasgos
el espejo no miente,
es como arena
en el desierto,
y el espíritu joven
se desvanece.
¡Oh dignidad mía!
tu y soló tu,
elevas mi moral…
De la mochila saca
“a la vieja yo”
y con rasgos galanos
frente al espejo,
el espíritu floreció.