Todo el viento corre,
vierte su gota de vida
en su exacta medida.
Sin excepción, nos socorre
y por el cuerpo recorre.
Un invisible espejo
nos hará ver menos viejo.
Mas todo es proporcional,
efectivo y natural,
en este viaje que dejo.
El sonido de la lluvia,
su pensamiento lánguido
en un viaje sostenido,
con la memoria diluvia
las imágenes de Luvia;
semejantes a un sueño
del cual ya seré dueño.
El goteo de las horas
serán mis operadoras,
sin sofocar el empeño.
Pablo Paronzini.