PODEROSO REY
Jesucristo,
me atrae tu aura de misterio,
soy la que formaste con tus manos
la que desmayó ante tu mirada,
la que no pudo resistir tanto amor.
Grande e intocable vástago del cielo,
vienes hacia mí envuelto en los ecos.
Se abren paso ante mi las luminosas estrellas
en forma de espirales que el cosmos atraviesan.
Un himno de paz llena el espacio
voces celestiales emanan de tu ser,
tú estás en todo lo que vibra
en la paz que el universo ilumina
en la perfección que nunca calla.
Jesucristo,
regresas de lejanos astros
en tu heptágono de oro labrado,
transparente
como tus vestiduras refulgentes.
Tu hermosura me ha subyugado
y la luna rodó para darte paso.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Señor Jesucristo
De mi poemario
\"Prado de lirios fragantes\"
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