Como si fuera oración,
que a Dios, silente se ofrece;
en mi alma palpita y crece
por ti mi gran devoción.
En ella vivaz florece
de amor celeste canción;
como si fuera oración
que a Dios silente se ofrece.
Escucho mi corazón
con latido que estremece;
y romántico parece
un arrullo de pasión
como si fuera oración.
Autor: Aníbal Rodríguez.