Eras la mujer que despertó mis sueños,
La que al mirarte destruía el miedo;
La rosa que esperaba su espina punzante.
Ya no estás, solo algún pétalo sin fragancia.
Eras la dueña de mi aliento;
La de cabellos en rulos rubios,
Que caían sobre mi pecho enamorado,
Como lluvias de invierno al dar calor.
Ya no estás, quiero verte otra vez,
Como en aquel cine de barrio,
Al darme un caramelo alguna vez dulce,
Ahora amargo, hiriente en la boca,
Que besé muchas veces; en noches,
En veranos, y otoños. ¿Donde estás?
Te buscaré en mis sueños de calor,
En mis soledades, ya enfermo;
No de pasión sino esperando el fin.
Te busqué en el frío de tu espacio,
Que una vez te pedí; no me diste.
Solo un pedazo de tu espacio,
Es lo que necesito para vivir
Un poco mas; ya sea sin calor,
Sin frío, pero cerca de ti. ¿Dónde estás?