Observando al universo
me enamoré de una estrella
y al compararla contigo
resultó que tú eras más bella.
Un día quise compararte
con el radiante sol,
pero tú brillas tanto
y por eso eres la mejor.
Una tarde desde la playa
observaba al inmenso mar
y al mirar tus ojos azules
yo me pude embriagar.
Por las noches el cielo brilla
con su manto de estrellas,
pero ninguna te iguala
porque tú eres la más bella.
Toda la brisa que baja
desde una verde montaña,
viene a acariciar tu cuerpo
mientras la luz del sol te baña.
Tu belleza es tan inmensa
que no te puedo comparar ,
ni con las flores del campo
porque te van a envidiar.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,21/10/2025.