Hay fuego en tu mirar, pero es sereno,
como el sol que se posa en la colina.
Tu porte es arte, tu voz la rutina
del viento que acaricia al ser tan pleno.
No hay prisas en tu andar, ni gesto ajeno,
todo en ti es forma noble que domina.
Tu edad no resta luz, sino destina
al alma un resplandor tan sabio y bueno.
Eres mármol que late, flor tardía,
un vino que se guarda por amor,
y al abrirse revela su armonía.
Leonardo, eres tiempo y esplendor,
madurez que seduce, poesía
que viste de elegancia en su fulgor.
Con el amor del alma,para Leonardo Alfredo Martínez. De tu annabeth.
Annabeth Aparicio de León
Todos los derechos reservados©