La lujuria penetra en mi reloj,
veo encantamientos en los espejos,
da miedo.
Mi piel retórica es como un candelabro
abierta, es un libro,
páginas estancadas,
poros en llamas.
Quisiera no sentir eso,
sólo quiero rayos de sol calentándome las células,
un poco de amor en letras...