El cielo con estruendo anuncia tu llegada y la tierra se estremece ante tal sonido ensordecedor; desde ya la vegetación que esta cansada y casi sin vida te reclama, deseando que te poses sobre ella para que le des alegraría en sus días; los animales del campo escuchan sorprendidos y asustados, pero al final ellos sabes que vienes cerca y corren a refugiarse para esperarte y alimentarse del fruto de tu llegada. El humano insensato ya no reconoce tu valor y con desdén destruyen la esencia de tu ser; dar vida, alegría y alimentos a los seres de la tierra. Agua ven pronto a llenar cada rincón del planeta, a limpiar y a renovar lo que sin vida está.