Los cuervos de la nostalgia
destrozan mi hígado
besos lacerantes que a jirones
queman mi piel.
Esposado, atado, cual Prometeo
encadenado,
la bruma, gendarme a la antigua
vacía mi alma para llenarla de soledad
Siento el sol ardiente de las partidas
este adiós de mi
este insondable vacío donde no hay luz
ni oscuridad.-