Compadre querido, alma de la fiesta,
con tu labia suelta, y tu alegría manifiesta.
Siempre con un chiste, para hacernos reír,
y una ocurrencia, que nos hace vivir.
Te gusta el relajo, el trago y el cantar,
y con tu alma bohemia, te diviertes sin parar.
Con tu voz potente, y tu ritmo sabrosón,
animas cualquier reunión, ¡qué gran don!
Pero no te excedas, compadre querido,
que el trago en exceso, te deja adormecido.
Y si te pasas de copas, puedes desvariar,
y terminar haciendo, ¡algún papelón sin par!
Así que ten cuidado, con el alcohol,
y no te olvides, de mantener el control.
Que la vida es un juego, y hay que saber medir,
para no terminar, arrepentido al salir.
Pero a pesar de todo, te quiero un montón,
por tu amistad sincera, y tu gran corazón.
Y aunque seas un poco loco, y sin igual,
siempre serás mi compadre, ¡en este carnaval!