FELINA

ANGEL INSEPULTO (Juan Pablo)

Ángel insepulto,

con piel color violeta,

en su pecho habitan

palomas mensajeras,

sin sonidos...sin respiros...

con las alas quietas

y sin un graznido.

Pareciera que se han ido

del pecho sus latidos

y los sueños peregrinos,

deambulando andan.

¡Vuelve ángel dormido!

No arrastres las cadenas

que se adhieren a tus plantas,

libérate del silencio

que ahoga tu garganta.

Una cama tibia

espera tu llegada

con luz de la alborada.

Vuelve de ese mundo

en donde reinan las tinieblas,

no aumentes más mis penas,

sal del sueño de plomo,

muéstrame una luz de asomo,

verás que una lágrima afloro,

de dicha...de contenta.

La vida vale todo,

la muerte no vale nada.

Los labios azulosos (de él)

cerrados...silenciosos,

luchan porque se escape

siquiera algún quejido

y en su interior se agita

una angustia infinita

que dice:

No quiero ir al valle

en donde habitan los muertos,

aunque aquí estoy quieto,

aunque parezco inerte,

aún no me lleva la muerte,

estoy luchando por quedarme

en este grandioso mundo.

Así pase el tiempo

y me vean taciturno,

no quiero ser el huésped

que habite el cementerio.

Dios está conmigo

guiando mis pasos

en este duro batallar,

yo les auguro

que muy pronto...

¡Veré la luz del sol brillar!

Felina

ÁNGEL INSEPULTO.