Erika Castillo

Ella

ELLA

 

Ella que era lluvia fresca, se ve tan árida.

Ella que fue sueño de luna, amarga como hiel.

Ella que vibraba en canciones, hoy teje trampas.

 

Ella que era promesa eterna, hoy se oye infiel.

Ella que latía en mi pecho, ahora retumba en la distancia.

Ella que fue tan humana en un suspiro mío,

vive, come y respira… solo existe en oxígeno.

 

¡Sin ansias ni esperanza, eso es cruel!

 

Así como ella, está mi casa:

las cuatro paredes de mi alma,

la esquina de la mesa testigo de mi poesía.

y la rendija de la puerta ya vencida,

por donde entraba el sol cada día.

Así, como toda ella… así, el alma mía.