Tu piel lamida, tu boca besada, tu desnudez hurgada y tu alma tocada.
Tus labios mordidos, tu cuerpo sudado, tu vientre surcado y tu tiempo cuajado.
Amor, amor y más amor, dejar huellas en tu ser y en la cintura estrecha de tu universo callado.
Huella en tu ser, jardín sin espacio. De una sola flor de pétalos sellados.